Manila, 30 jun (EFE).- Alrededor de un centenar de manifestantes denunciaron este lunes el deterioro de la economía de Filipinas, entre «altos precios y salarios estancados», bajo la presidencia de Ferdinand Marcos Jr., después de que Manila rebajara sus expectativas de crecimiento para 2025 por la inestabilidad global.

«Las vidas de los pobres solo han empeorado debido a los altos precios de los bienes y servicios en medio de salarios estancados», denunció la alianza izquierdista Bayan en un comunicado, antes de afirmar que «Marcos (Jr.) debería ser responsabilizado por la precaria situación de nuestra gente».

Convocados por Bayan, en torno a un centenar de manifestantes recorrieron las calles de Manila tras una pancarta en la que se tildó de «fascista» e «inútil» al hijo del dictador fallecido Ferdinand Marcos, además de criticar los «abusos flagrantes» de los derechos humanos bajo su mandato.

La manifestación coincidió con el tercer aniversario de la toma de poder de Marcos Jr., tras hacerse con una holgada victoria en 2022, efeméride empañada según los grupos izquierdistas por el turbulento estado de la política filipina y los malos datos económicos.

El pasado jueves, Filipinas redujo sus expectativas de crecimiento para 2025 a entre el 5,5 % y el 6,5 %, frente al 6,0 % -8,0 % anterior, debido a la incertidumbre por las tensiones en Oriente Medio y la guerra comercial de Estados Unidos.

El índice de aprobación de Marcos Jr. en Filipinas cayó a un 25 % el pasado marzo, frente al 42 % registrado en febrero, según una encuesta de Pulse Asia, en la que los encuestados mostraron su descontento por la falta de control de la inflación, la corrupción o a la falta de medidas para luchar contra la pobreza.

Los candidatos apoyados por el presidente obtuvieron un resultado peor de lo esperado en las elecciones a mitad de mandato del pasado mayo, vistas como un referéndum a las políticas de Marcos Jr. en medio de su enfrentamiento con el expresidente Rodrigo Duterte y la actual vicepresidenta, su antigua aliada Sara Duterte.