Imagen logo de la OPI

Filipinas sospecha de 15 policías en la desaparición de 34 apostadores en peleas de gallos

 04 julio, 2025

Manila, 4 jul (EFE).- Las autoridades de Filipinas identificaron este viernes a una quincena de policías sospechosos de estar involucrados en la desaparición y asesinato de al menos 34 hombres vinculados a apuestas en peleas de gallos, cuyos cadáveres fueron supuestamente arrojados a un lago volcánico.

«Se han impuesto restricciones a quince miembros de la Policía de Filipinas involucrados en el caso», afirmó el secretario de Justicia, Jesus Crispin Remulla, según declaraciones recogidas por el medio del país asiático GMA.

Los agentes fueron puestos en «servicio restringido», lo que en la práctica supone que se verán relegados a labores administrativas y no podrán participar en operaciones mientras son investigados. Remulla justificó la medida como necesaria para «evitar que causen más daños».

El caso de los ‘sabungeros’ , como se conoce en Filipinas a los entusiastas de las peleas de gallos, se remonta a 2021. En apenas un año desaparecieron al menos 34 personas relacionadas con la cría de estas aves y con las lucrativas apuestas en línea en torno a estas peleas, muy populares en Filipinas pero prohibidas en 2022.

Familiares y activistas han denunciando desde hace años que los ‘sabungeros’ fueron secuestrados y asesinados fruto de rivalidades en un mundo que mueve millones de pesos, y han expresado repetidamente su frustración por la falta de progreso en la investigación por parte de las autoridades.

El caso permaneció enterrado hasta que el mes pasado un hombre, Julie Patidongan, afirmó en una entrevista con GMA que los 34 hombres fueron asesinados y posteriormente arrojados al lago que rodea al volcán Taal.

Patidongan afirmó que los asesinatos fueron realizados con la ayuda de agentes de la Policía filipina, y acusó de haber ordenado las desapariciones al empresario Charlie Ang, involucrado en la organización de peleas de gallos y para el que el denunciante trabajaba como guarda de seguridad.

Ang, por su parte, ha negado las acusaciones y el jueves presentó una denuncia contra su antiguo empleado, acusándolo de amenazas y extorsión.

Las declaraciones de Patidongan han hecho reaccionar en los últimos días a las autoridades filipinas, con el palacio presidencial urgiendo a llevar a cabo una «investigación exhaustiva» mientras que la Policía afirmó que «no perdonarán a nadie».