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A Irán se le acumulan los desafíos: amenaza de ataques, más sanciones y problemas internos

 21 agosto, 2025

Teherán, 21 ago.- A la República Islámica de Irán se le acumulan los desafíos con la posibilidad de nuevos ataques estadounidenses e israelíes, la amenaza de la imposición de sanciones internacionales y cuestiones internas como la dura sequía, la falta de energía y divisiones políticas.

Muchos temen en el país persa que Israel reanude los bombardeos en una continuación de la guerra de los 12 días de junio, que dejó al descubierto las grietas defensivas y de inteligencia iraníes, con los cazas israelíes con control del espacio aéreo y el asesinato de altos cargos militares.

Una posibilidad que el presidente estadounidense, Donald Trump, ha puesto sobre la mesa tras el alto el fuego que instauró entre Teherán y Tel Aviv el 24 de junio.

“Eliminamos su capacidad nuclear. Pueden empezar de nuevo. Si lo hacen, lo destruiremos más rápido de lo que puedes mover un dedo», dijo Trump recientemente acerca de los ataques estadounidenses contra las tres principales instalaciones atómicas iraníes del 22 de junio.

Expertos como el vicepresidente del estadounidense Instituto Quincy, Trita Parsi, consideran que hay una alta probabilidad de que haya una nueva guerra en un futuro cercano.

“Existe un riesgo significativo de que Israel reinicie la guerra con Irán en las próximas semanas o meses y Estados Unidos podría verse arrastrado en esa guerra de nuevo”, dijo Parsi en unas recientes declaraciones.

Para el especialista, Israel no puede “permitir que los iraníes reconstruyan sus defensas aéreas” y bombardearía de nuevo con el objetivo de reducir a Irán a un país como Líbano o Siria, naciones que Tel Aviv puede atacar “cuando quiere con impunidad” para mantenerlos bajo control.

Sanciones internacionales de la ONU 

Mientras la sombra de una nueva guerra planea sobre el país, Reino Unido, Francia y Alemania amenazan con reimponer las sanciones internacionales de la ONU contra Irán si no reanuda las conversaciones nucleares, paralizadas desde el conflicto bélico.

Conocidos como el E3, estos países forman parte del acuerdo nuclear de 2015 que Trump abandonó en 2018 y tienen la posibilidad de restablecer las sanciones internacionales de Naciones Unidas contra Irán antes del 18 de octubre.

“Hemos dejado claro que si Irán no está dispuesto a alcanzar una solución diplomática antes de finales de agosto de 2025, o no aprovecha la oportunidad de una prórroga, el E3 está dispuesto a activar el mecanismo de reimposición automática (de sanciones)”, indicó el E3 a la ONU en una carta filtrada a medios.

Irán mantiene que los países europeos no han cumplido sus compromisos del acuerdo de 2015, que supuso el levantamiento de las sanciones a cambio de limitar su programa nuclear, por lo que no tienen derecho a reimponer medidas económicas punitivas.

El restablecimiento de las sanciones internacionales dañaría aún más la maltrecha economía iraní, que sufre una galopante inflación del 40 % con un rial en continua caída frente al dólar, lo dificultaría aún más el comercio con otras naciones.

Falta de energía y sequía 

Las actuales sanciones estadounidenses, reimpuestas por Trump en 2018, y la gestión interna han empujado al país a una crisis energética con un déficit de unos 20.000 megavatios que provoca cierre de oficinas, centros educativos y bancos.

Ello a pesar de que Irán cuenta con las segundas reservas más extensas del mundo de gas y petróleo, pero no dispone de los fondos para explotar esos recursos.

Además, el país atraviesa la peor sequía en años, con 19 de las principales presas con menos del 20 % de su capacidad, lo que afecta al sector agrícola.

Divisiones internas 

Ante todos estos desafíos, el sector reformista de la política iraní hizo un sorpresivo llamamiento la semana pasada y pidió  suspender “voluntariamente” el enriquecimiento de uranio para aliviar las tensiones internacionales.

No solo eso, reclamó además la liberación de los presos políticos y cambios en las leyes que discriminan a las mujeres para “reconstruir la confianza nacional y reparar la brecha entre el pueblo y el poder”.

El llamamiento de este sector, al que pertenece el presidente iraní, Masud Pezeshkian, fue recibido con duras palabras por el bloque conservador, que acusó a los reformistas de buscar un “momento Gorbachov”, en referencia al desmantelamiento de la Unión Soviética por parte del dirigente ruso.

El líder supremo de Irán, Ali Jameneí, quien no aparece en público desde hace tres semanas, no se ha pronunciado acerca de las peticiones reformistas.