Por: Álvaro Julio Martinez

En un acto cargado de emoción, memoria y gratitud, la ciudad de Miami rindió homenaje a la empresaria cubana Margarita Faroy, fundadora de Casa Faroy Trophies, al nombrar con su nombre la intersección de la 23 Court con la Calle 7, en la Pequeña Habana. El gesto, promovido por autoridades locales, reconoce más de seis décadas de servicio, excelencia comercial y compromiso social de una mujer que convirtió su empresa en símbolo de dignidad y reconocimiento.

Margarita Faroy inició su trayectoria en Cuba, donde dirigió Casa Faroy durante 25 años. Al emigrar a Miami, reabrió la firma con el mismo nombre, consolidándose como referente en la elaboración de trofeos, placas y distinciones institucionales. Su trabajo no solo destacó por la calidad artesanal, sino por el respaldo constante a programas sociales, educativos y comunitarios que marcaron huella en la ciudad.

Conocida cariñosamente como “Doña Margarita”, su vida estuvo marcada por la elegancia, el esfuerzo y la vocación de servicio. En su camino, contrajo matrimonio con el connacional Emilio Faroy, y de esa unión nació Ivette Faroy Méndez, quien hoy dirige la empresa con el mismo espíritu de excelencia, generando empleo y fortaleciendo el vínculo con instituciones públicas y privadas.

El acto de nombramiento de la calle “Margarita Faroy” se celebró en la citada intersección, con la presencia de altas autoridades de la ciudad, familiares, empleados, clientes y amigos de la homenajeada. Entre los asistentes se encontraban Emilio Faroy, Ivette Faroy Méndez, Melany Méndez, Trinity Muñiz, Amalia Pérez, Barbara Sweet, el reconocido “realtor de las estrellas” Jeal Pier Thomsom, José M. Lorenzo, Angie Canty, entre otras personalidades que han acompañado el trayecto de Casa Faroy Trophies.

Desde la Organización de Periodistas Iberoamericanos (OPI), celebramos este gesto como símbolo de memoria activa, legado empresarial y reconocimiento ético. La calle “Margarita Faroy Way” será, desde ahora, un punto de referencia para quienes creen en el trabajo digno, la autoría femenina y el reconocimiento como gesto humano.