Silencio oficial, cancelación y misa en Cuba por el centenario de natalicio de Celia Cruz
 22 octubre, 2025
La Habana, 22 oct.- Celia Cruz, reina de la salsa y la artista cubana más universal, cumpliría este martes cien años. Sin embargo, para quien solamente se informa por los medios oficiales en la isla, la efeméride ha pasado desapercibida.
El centenario no solo ha contado con el silencio oficial, sino con esfuerzos de las autoridades por dejar sin efecto cualquier atisbo de homenaje, según denunciaron algunos artistas y promotores culturales en las últimas horas.
La Iglesia católica ha sido la única que ha realizado una actividad para recordar a Cruz, la cantante que inmortalizó éxitos globales como ‘Bemba colorá’, ‘La vida es un carnaval’ y ‘La negra tiene tumbao’.
Este martes se ofició, a propuesta de un grupo de artistas, una misa en su memoria en la iglesia Nuestra Señora de La Caridad del Cobre -virgen de la que era devota la artista, cuyo segundo nombre era, precisamente, Caridad- en el popular municipio de Centro Habana.
«Hay un deseo de agradecimiento por su legado cultural (…) y lo que ella significó como embajadora de la cultura cubana para el mundo entero», señaló a la prensa Ariel Suárez, párroco de la iglesia y secretario adjunto de la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba, quien aseguró a EFE que no recibió ninguna presión oficial relacionada con esta eucaristía.
Cancelación
A un costado del altar destacó una imagen de Celia Cruz y en primera fila se ubicó apenas un puñado de artistas cubanos. Entre ellos, el multinstrumentista y ganador de un Grammy Latino Alain Pérez.
«Es lastimoso (la censura). Y por la parte muy personalmente creo que cometen un error las instituciones a estas alturas del mundo de tratar de cegar y limitar el significado de Celia (…) No puedo decir mucho más porque no es un misterio y no es nada que no sepamos los que estamos claros de esta situación», afirmó Pérez a EFE.
Recientemente, la Fábrica de Arte Cubano, una de las principales instituciones culturales privadas del país, canceló a última hora un espectáculo programado para el pasado domingo en honor a la ‘Guarachera de Cuba’ y lamentó que el acto no pudiera celebrarse.
El centro cultural colocó una silla vacía en el lugar en el que debió realizarse la actuación y la acompañó con una hora de silencio. En redes sociales se publicó «arte de la resistencia».
La cubana Rosa Marquetti, autora del libro ‘Celia en el mundo’, criticó el hecho -en redes sociales- y afirmó que se trata de «un capítulo más a la historia de la censura y la aplicación de métodos de comisariado político dentro de la cultura cubana».
Exilio y silencio
Desde su exilio a Estados Unidos en 1960, un año después del triunfo de la revolución cubana, las autoridades isleñas y la artista mantuvieron tensiones, al punto en el que la cantante nunca pudo volver a su país.
Ya en el país norteamericano, Cruz logró una fama internacional que la encumbró -para muchos- como la cubana más reconocida mundialmente en el último siglo.
Pese a la censura, su música puede incluso sonar ahora en los hoteles cubanos -pertenecientes al conglomerado empresarial GAESA, de las Fuerzas Armadas Revolucionarias- sobre todo por las constantes peticiones de los turistas.
Más allá de las posturas ideológicas y los rifirrafes del pasado, para cubanas como Fredesvinda Marrero, de 58 años, lo que realmente importa es el legado que le dejó al planeta la reina de la salsa. Por eso ella acudió al homenaje en Centro Habana.
«Yo todos los días pongo la música de ella, fue una cantante muy querida por el pueblo, por Cuba, por todo el mundo. Y todavía se siente la música de ella», declara a EFE después de terminada la misa.
Su amiga, María Piñeiro, de 48 años, coincide: «Los cubanos la queremos mucho, como ella quería mucho a su pueblo, ella siempre quiso a su pueblo. Y (era) muy sencilla y muy amorosa».