Buenos Aires, 1 abr (EFE).- El brasileño Cruzeiro, subcampeón de la Copa Sudamericana 2024, debuta este martes en una nueva edición del torneo continental cuando visite en Santa Fe al argentino Unión, que marcha penúltimo en la Zona A del Apertura argentino y necesita un triunfo que dé aire a su entrenador, Cristian ‘Kily’ González.

El conjunto brasileño, que cayó ante el Racing Club argentino por 3-1 en la final de la última Sudamericana, comienza su participación en esta nueva edición con importantes refuerzos, que espera le permitan alzarse con el trofeo.

El encuentro ante Unión será el estreno de varios de ellos con la camiseta del Cruzeiro a nivel internacional, tras el debut oficial del equipo en la Liga brasileña este sábado, con victoria por 2-1 ante Mirassol.

Los goleadores del debut fueron precisamente dos de sus fichajes más resonantes para esta temporada: el delantero Gabriel Barbosa y el mediocampista ofensivo Eduardo ‘Dudu’ Pereira Rodrigues.

También se espera que sean de la partida Fabricio Bruno, Wanderson y el paraguayo Mateo Gamarra, otras de las varias incorporaciones del equipo dirigido por Leonardo Jardim.

El ‘Tatengue’, por su arte, volverá a jugar un certamen continental después de su participación en la edición 2022, donde alcanzó los octavos de final.

Ahora, con la ilusión renovada, los dirigidos por González intentarán empezar con buen pie frente a un rival de peso y llevarse un triunfo que alivie la presión que enfrenta tras el mal arranque de temporada.

Unión marcha penúltimo en la Zona A del campeonato local, y viene de caer por 2-1 como visitante ante Aldosivi, que es colista.

El equipo santafesino espera poder recuperar para este encuentro a tres piezas importantes: el mediocampista Ezequiel Ham, el lateral ecuatoriano José Enrique Angulo, y el atacante Marcelo Estigarribia, principal carta ofensiva del ‘Tatengue’.

El choque de este martes abrirá el Grupo E de la Sudamericana, que integran también el chileno Palestino y el ecuatoriano Mushuc Runa, que se enfrentan este miércoles. EFE

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