París, 23 mar (EFE).- El seleccionador francés, Didier Deschamps, intentó quitar presión a sus dos grandes estrellas, Mbappé y Dembélé, de cara al partido de este domingo frente a Croacia, en el que necesitan remontar el 2-0 de la ida para superar la eliminatoria, e insistió en que no ha subestimado a su rival.

En una conferencia de prensa en la víspera de ese partido de vuelta de los cuartos de final de la Liga de Naciones que se va a disputar en el Estadio de Francia, Deschamps echó balones fuera cuando se le preguntó sobre ese dúo.

«Tienen una buena relación técnica y una muy buena afinidad fuera del campo, pero hay otros nueve jugadores con ellos», señaló.

De Mbappé, destacó que se encuentra en buen estado de forma, pero que en el partido del pasado jueves «no tuvo eficacia» porque no pudo marcar.

No obstante, insistió en que le pareció «implicado en el campo, disponible he hizo muchos esfuerzos».

Además, recordó que «hubo una parada del portero croata magnífica» en uno de sus disparos a puerta e hizo hincapié en que «en tanto que capitán, asume su papel».

El delantero del Real Madrid también recibió alabanzas de Tchouaméni, que acompañó al seleccionado en su conferencia de prensa, y dijo que su compañero está «muy contento» de volver a jugar con la selección.

«Ha aportado esa alegría que siempre ha aportado. Es un líder. Estamos muy contentos de tenerlo con nosotros», afirmó.

El entrenador de los ‘bleus’ resaltó que no ha subestimado a la selección croata, que «se mantiene en el más alto nivel», que fue semifinalista en el último Mundial y en la última Liga de Naciones.

«Algunos pueden decir que tienen jugadores entrados en años, pero eso no impide que sean muy eficaces», añadió.

Y precisamente, se refirió al caso de Modric, del que destacó que hace mucho tiempo que está al nivel que volvió a demostrar el pasado jueves: «Es un gran jugador, siempre ha sido decisivo. Juega en el Real Madrid y aunque no juega siempre los 90 minutos juega. Es un gran profesional que tiene una influencia en su equipo».

Deschamps no se mostró crítico con sus jugadores y señaló que ha visto a «un grupo concernido e hipermotivado» aunque «eso no se tradujo en el campo» en el partido de ida.

Para Tchouaméni, el de este domingo «no se puede decir que sea un partido como cualquier otro». «No estuvimos a nuestro nivel en ese primer partido», apostilló.

Desde entonces «hemos hablado entre nosotros, sabemos lo que hemos hecho bien y mal. Queremos mostrar otra imagen», subrayó.

De cara a ese encuentro en el Estadio de Francia -para el que ya se han vendido todas las entradas- el seleccionador tiene dudas sobre el centrocampista Rabiot, que sufre molestias en un gemelo. «Tenerlo mañana me parece complicado», manifestó. EFE

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