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El estilo ‘tomboy’ se actualiza para una mujer decidida, fuerte y elegante

 17 noviembre, 2025

Madrid, 17 nov.- El estilo ‘tomboy’, con prendas y siluetas tradicionalmente masculinas, que tan bien saben llevar Billie Eilish, Cara Delevinge o Kristen Stewart y del que fueron abanderadas en otro tiempo Diane Keaton o Katherine Hepburn, se actualiza con propuestas sugerentes para una mujer con una fuerte personalidad, que busca la comodidad y un estilo elegante.

Así lo demostró la cantante brasileña Luedji Luna al recoger su Grammy Latino al Mejor álbum de música popular brasileña/música afro portuguesa brasileña, con un traje de chaqueta de corte masculino XXL y corbata granate.

Aunque no fue la única en lucir un traje sastre en una alfombra roja. Julia Roberts ya sorprendió hace 35 años con un traje de Armani con el que recogió el Globo de Oro por su interpretación en la película ‘Steel Magnolias’.

Asaltar los preceptos del armario masculino, lejos de significar incorporar modelos de conducta, es una clara apuesta por la comodidad, sin dejar de ser femenina, y quizá esa sea la razón por la que la modelo Kendall Jenner es fiel a la cazadora de aviador XXL.

Una prenda de abrigo que la firma Saint Laurent se atreve a combinar con voluminosas faldas de alta costura y suéteres de cuello cisne.

La actriz Jennifer Lawrence es una de sus fieles seguidoras, como demostró en el último desfile de Dior al que acudió con gabardina, camisa azul suelta y un chaleco negro, aunque sin corbata, que no es imprescindible.

Mientras que la creadora británica Victoria Beckham saludó en el último desfile de su firma en París luciendo un sastre ligero con pantalón de talle alto y corte palazzo, que combinó con una ajustada camiseta de tirantes.

El diseñador Roberto Verino, que ha dejado que el estilo ‘tomboy’ forme parte de sus propuestas con piezas de líneas puras, trajes sastre con hombros suaves y corbatas finas, asegura a EFE que es un estilo, pero «ante todo, una actitud», que se identifica con prendas que rompen la rigidez de los códigos de género sin perder la elegancia.

Camisas de popelín, pantalones rectos, chalecos, mocasines o incluso corbatas, «son piezas que hablan de fuerza, pero también de sensibilidad, y permiten a la mujer apropiarse de un lenguaje que antes no le pertenecía», señala Verino.

Por otro lado, Stella McCartney ofrece una vuelta de tuerca a esta tendencia que propone con un espíritu sexy, sustituyendo una camisa por un body que deja al descubierto la cadera bajo un blazer, combinado con un amplio pantalón de tiro bajo.

La firma Sandro invita a las féminas a redefinir el concepto con una colección dinámica, en la que las formalidades de una sastrería precisa son más flexibles y las clásicas corbatas se sustituyen por la fluidez de los cuellos con los lazos lavallière (lazos grandes al cuello, al modo de corbatas).

Un minimalismo carismático en el que incide Jaime Álvarez, creativo de Mans Concept, que apuesta por americanas de amplias solapas y blusas con lazada central con la que da volumen. Chloé, sin embargo, prefiere incorporar al cuello de camisas unas diminutas tachuelas plateadas.

La firma italiana Max Mara colaboró con la napolitana E. Marinella para la confección de corbatas en las que han revitalizado los estampados creados en 1951.

Las formales camisas de rayas, las faldas con bolsillos geométricos, rememoran al dandy napolitano, curtido en mil batallas, cubierto con el tradicional sombrero borsalino.

Las piezas clave incluyen abrigos clásicos y atemporales, chaquetas cortas y cazadoras de aviador que se alargan más allá de la espalda con la que crean una silueta exagerada.

«El tomboy trasciende cualquier contexto. Puede ser sofisticado en una cena, relajado en un paseo o sutilmente sensual en una cita. Es una manera de entender la elegancia que se adapta al ritmo de la vida, sin artificios», afirma Roberto Verino, quien reseña que la verdadera elegancia depende de «la actitud con la que se lleva» una prenda.