La Legión de Honor: La Gloria como Incentivo
 03 diciembre, 2025
Por: Álvaro Julio Martínez
En una sociedad comercial, el incentivo es el dinero; pero Napoleón Bonaparte nunca demostró interés por él. Si se esforzaba por cumplir con una misión, o arriesgaba la vida bajo el fuego enemigo, lo hacía sobre todo movido por el sentido del honor. Llegó a la conclusión de que Francia se asemejaba a él en ese aspecto: lo que los franceses apreciaban era la gloria, la reputación de honor. En tal sentido, ese sería el verdadero incentivo.
La monarquía había contado con varias órdenes honoríficas, desde la Orden de Saint Michel, creada para los caballeros, hasta la del Mérito Militar, destinada a los oficiales suizos. Posterior a la Revolución, la Convención arrojó todo eso al fuego y lo sustituyó como recompensa por los actos civiles: espadas grabadas y coronas de hojas de roble, acompañadas por un pergamino. Napoleón amplió el repertorio con la finalidad de incluir otros sectores militares, tal como se hizo en los dos primeros años y medio de su gobierno como primer cónsul.
Pero Napoleón no estaba satisfecho con esos reconocimientos meramente militares. En 1802 propuso al Consejo de Estado una orden honorífica abierta a todos los franceses. Como la mayoría de sus actos constructivos, la iniciativa suscitó fiera oposición. A ello respondió: “¿Ustedes creen que se derrota al ejército enemigo mediante el análisis? Jamás. Los soldados ejecutan grandes hazañas por el sentido del honor”. Y recordó una frase de Luis XIV: “No afirmo que una orden honorífica salvará a la República, pero la ayudará”.
Finalmente, Napoleón tomó la decisión de crear su condecoración. Altos militares le sugirieron que instituyera una para los militares y otra para los civiles, a lo que el primer cónsul respondió que sería una sola para todos, porque la nación era una sola. Así nació la Legión de Honor.
Hoy, 223 años después, la condecoración la Legión de Honor, estrella esmaltada de cinco puntas en color azul, decorada con roble y laurel continúa vigente y convertida en el mayor reconocimiento del Estado francés. Ha perdurado como símbolo de su gloria y como expresión del criterio que inspiró su creación.
“Un premio es la representación física del honor.”
Napoleón Bonaparte, al instituir la condecoración la Legión de Honor

























