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Picasso dibujante, un prisma distinto para descubrir al mayor artista del siglo XX

 22 octubre, 2025

París, 22 oct.- A través de un centenar de obras, muchas de ellas apenas vistas en público, la Galerie de l’Institut propone este otoño en París una exposición para descubrir por qué Pablo Picasso, además de ser el gran pintor del siglo XX, es también considerado por muchos el mejor dibujante de su época.

Procedentes de colecciones privadas, estos dibujos de Picasso (Málaga, 1881-Mougins, 1973) se podrán ver en esta galería del barrio de Saint-Germain des Prés, a solo unos pasos del Sena, desde el 22 de octubre y hasta el próximo 20 de diciembre.

Es una forma alternativa de recorrer la obra del autor malagueño, no tan archiconocido por su maestría con el trazo, que igualmente «permite ver la evolución artística de las diversas etapas que configuraron la carrera de Picasso», según explicó a EFE la española María Teresa Ocaña, exdirectora del Museo Picasso de Barcelona y colaboradora de la galería parisina para esta muestra.

Además, entre las piezas reunidas en París para este proyecto hay una treintena de diseños que no han sido expuestos desde hace más de medio siglo, e incluso algunos que han permanecido completamente inéditos para el gran público, como un ‘Buste de femme’ que dibujó entre 1906 y 1907, o ‘Femme dans un fauteuil’, de 1929.

«Es realmente sorprendente y emocionante ver cómo todavía podemos descubrir obras de Picasso», señaló Ocaña, que por eso considera esta exposición «una pequeña joya».

En la muestra se podrán admirar tanto piezas «anecdóticas» como auténticas obras maestras, detalló Ocaña, y algunas tan «contundentes» como la que sirve de cartel para la exposición: un retrato en carboncillo que Picasso hizo en 1954 de la que sería su última esposa, Jacqueline Roque, sentada con las piernas dobladas.

Y es que la muestra está organizada en torno a dos grandes bloques: uno que repasa su carrera de manera general, desde 1903, y otro consagrado a su etapa con Jacqueline, a la que conoció en 1952 y con la que estuvo casado desde 1961 hasta su muerte en 1973.

La primera parte presenta obras en las que se atisba tanto la influencia de la detallada formación académica que recibió Picasso de joven, sobre todo en sus dibujos de estilo más clásico, frente a otros en los que puso en práctica las técnicas del cubismo o en los que se advierte claramente la influencia del surrealismo.

«Yo creo que el dibujo está injustamente depreciado.Realmente aquí hay algunas obras maestras dentro de la trayectoria de Picasso», opinó Ocaña.

Tinta, lapicero y hasta tiza fueron algunas de las herramientas que pasaron por sus manos para dibujar, así como todo tipo de soportes, desde cartón a la tela, pasando por la madera.

El segundo bloque de la exposición, el de las piezas consagradas a su etapa junto a Jacqueline (quien también fue su musa), concentra aproximadamente la mitad de las obras de la muestra.

Pese a tratarse de una galería, muy pocas piezas (aproximadamente el 15 %) estarán a la venta, ya que el objetivo es más bien de divulgación, al estilo del trabajo de los museos.