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Sector eléctrico pide a Von der Leyen que mantenga la prohibición a coches con CO2 en 2035

 08 septiembre, 2025

Bruselas, 8 sep.- Un total de 150 líderes empresariales del sector de la movilidad eléctrica pidieron este lunes por carta a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, que mantenga la obligación legal de poner fin a la venta de coches y furgonetas que emitan CO2 en la Unión Europea a partir de 2035.

La misiva, firmada por fabricantes de automóviles, proveedores de baterías, empresas de infraestructura de carga, desarrolladores de software, operadores eléctricos y compañías de ingeniería, advierte de que cualquier intento de retrasar o modificar este objetivo enviaría una señal de debilidad a nivel industrial y pondría en riesgo el liderazgo tecnológico del continente.

«Manténgase firme, no dé un paso atrás. Mantenga la plena integridad del objetivo de cero emisiones para coches y furgonetas en 2035», expresan los firmantes, entre quienes figuran los responsables de empresas como Volvo, Uber Cabify, Iberdrola, Ikea, LG Energy Solutions, Samsung, Polestar, Vektor, Zunder, Wallbox o Circontrol.

Esas empresas recuerdan que la Comisión Europea, también bajo liderazgo de Von der Leyen, fijó ese objetivo en 2023 y supuso no solo «un hito climático» sino que también «señaló la intención de Europa de liderar la apuesta global por la movilidad limpia, la seguridad energética y la innovación industrial».

«Marcó una hoja de ruta clara y creíble para la industria, los inversores, los gobiernos y la ciudadanía: adelantarse mientras el mundo se electrifica», resumen.

Las empresas firmantes dicen que, a partir de esa señal, comprometieron «cientos de miles de millones de euros en nuevas inversiones, creando ya más de 150.000 nuevos empleos», con ejemplos que van desde gigafactorías de baterías en Francia y Alemania, hasta fábricas de automóviles nuevas o readaptadas en Eslovaquia y Bélgica, además de la expansión de la red de infraestructura.

«Retrasar el objetivo de 2035, o ampliar el foco más allá de esa fecha hacia tecnologías transitorias menos eficientes, frenaría estos avances colectivos, erosionaría la confianza de los inversores y entregaría de forma permanente la ventaja a los competidores globales, que seguirán avanzando», señalan.

La misiva llega después de que la Comisión haya prorrogado la obligación de recorte de CO2 para las flotas de coches vendidos en 2025 y ante el temor de que el siguiente paso del Ejecutivo pueda pasar por rebajar el objetivo de 2035, mientras «regiones como China se han movido más rápido en materia de automóviles eléctricos y con un enfoque estratégico mayor».

«Dudar ahora haría que Europa corra el riesgo de una dependencia más profunda, pérdida de influencia y quedar irreversiblemente rezagada, en un mundo donde uno de cada cuatro coches vendidos este año será ya eléctrico, según la Agencia Internacional de la Energía», aseguran.

Reclaman, en cambio, una estrategia industrial europea «mucho más sólida que amplíe la producción de baterías, asegure las materias primas y apoye la transformación de proveedores y fabricantes de maquinaria», así como «incentivos inteligentes y coherentes en todos los Estados miembros, para ayudar a todos los europeos a pasarse a los vehículos eléctricos».

Pide también que se acelere la inversión en redes y que se renueve el compromiso de «aplicar eficazmente la legislación europea ya existente, impulsando la transición en todo el mercado único».

«Este es un momento decisivo. Su convicción de actuar con audacia ahora determinará si Europa toma las riendas de su futuro eléctrico o lo sigue desde atrás», concluyen.