Tregua pascual, un teatro diplomático para ganarse el favor de Trump
 21 abril, 2025
Moscú, 21 abr (EFE).- La tregua pascual en Ucrania, un alto el fuego de 30 horas en el que, pese a las constantes violaciones, disminuyó la actividad en muchos sectores del frente, no fue más que una gota en el océano de 1.152 días que combaten ya rusos y ucranianos.
Los líderes ruso, Vladímir Putin, y ucraniano, Volodímir Zelenski, se disputaron durante el fin de semana el favor del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que parece haber perdido la paciencia y el interés en las negociaciones de paz.
Putin, un creyente confeso, golpeó primero en víspera del Domingo de Resurrección al declarar un alto el fuego, pero Zelenski respondió con varias contraofertas que nunca fueron realmente valoradas por el Kremlin.
Putin, tradicional y creyente confeso
«Fue una iniciativa de Putin», dijo el lunes Dmitri Peskov, portavoz del Kremlin, en su rueda de prensa telefónica diaria.
Putin, amante de las tradiciones, decidió declarar un alto el fuego el sábado horas antes de asistir a la vigilia pascual en la Catedral de Cristo Salvador.
«Por motivos humanitarios», fue el argumento utilizado por el jefe del Kremlin, seguidamente respaldado por la Iglesia Ortodoxa, que apoya la campaña militar desde su inicio.
Eso sí, llamó a Ucrania a sumarse y, en caso de que violase la tregua, ordenó al Ejército ruso responder «inmediatamente y con todas las fuerzas».
La tregua fue una respuesta de Putin a las amenazas de Trump y su secretario de Estado, Marco Rubio, de que EE.UU. abandonará el proceso de paz si no hay avances «en cuestión de días».
Hasta varios políticos rusos sugirieron que la decisión había sido probablemente consensuada con la Casa Blanca.
No obstante, en su mensaje el líder ruso no sólo aludió a los esfuerzos de Trump, sino también al presidente chino, Xi Jinping, cuyo papel en el arreglo del conflicto ha sido mínimo.
Con todo, pasada la medianoche se reanudaron los combates sin anuncio oficial de fin de tregua. Lo mismo ocurrió con la tregua energética de 30 días, que venció la pasada semana, pero Rusia nunca declaró oficialmente su final.
Zelenski juega sus cartas
Primero, Zelenski acusó a Putin de jugar con las vidas humanas, aunque, según se supo después, ordenó inmediatamente a sus generales que cesaran sus acciones militares.
Sabiendo que la iniciativa correspondía entonces al Kremlin, Zelenski respaldó la tregua, aunque enseguida presentó una contrapropuesta.
Zelenski arguyó que 30 horas era suficiente para llenar titulares en la prensa internacional, pero para dar una oportunidad a la paz se necesitaban, al menos, 30 días.
Ante la falta de respuesta -Rusia rechaza una tregua de larga duración con el argumento de que Ucrania lo aprovechará para reagruparse y rearmarse-, el líder ucraniano denunció durante la jornada del domingo miles de violaciones por parte de Moscú.
Entre otras cosas, Kiev aseguró que Moscú no respetó la tregua en la región de Kursk -donde los ucranianos aún ocupan unos pocos kilómetros cuadrados de territorio-, lo que fue hoy negado categóricamente por Rusia.
Cuando ya expiraba la tregua, Zelenski se sacó otro as de la manga y planteó prolongar otros 30 días el cese de los ataques aéreos contra la infraestructura civil con drones y misiles.
El Kremlin ignoró ambas propuestas y, según informó el Ministerio de Defensa ruso, reanudó en la madrugada del lunes las acciones militares en todo el frente, incluido Kursk.
Trump, espectador privilegiado
Trump, que necesita resultados en el arreglo ucraniano antes de cumplir 100 días en el cargo el próximo 30 de abril, asistía desde la distancia al pulso diplomático.
En los últimos días ha insistido en que Moscú y Kiev deberán responder en breve a la propuesta de Washington, cuyo contenido se desconoce hasta el momento.
«Espero que Rusia y Ucrania lleguen a un acuerdo esta semana. ¡Entonces ambos empezarán a hacer grandes negocios con los Estados Unidos de América, que están prosperando, y harán una fortuna!», escribió en su red Truth Social.
La prensa ha especulado sobre que la propuesta incluye, entre otros puntos, la renuncia ucraniana a la OTAN, el control estadounidense de la central nuclear de Zaporiyia y el reconocimiento de la península de Crimea como territorio ruso.
Al respecto, el portavoz del Kremlin destacó hoy que la neutralidad de Ucrania es algo que comparten tanto Moscú como Washington.
Se espera que en los próximos días el emisario de la Casa Blanca, Steve Witkoff, acusado por Zelenski de difundir las ‘narrativas rusas’, se reúna de nuevo con altos funcionarios rusos.EFE
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